miércoles, 25 de julio de 2012

Los Juegos Olímpicos han sido cuna de grandes campeones profesionales


Decenas de púgiles han usado los Juegos Olímpicos de trampolín hacia el profesionalismo, y algunos como Mohamed Alí, Sugar Ray Leonard y Oscar de la Hoya tuvieron en estas citas el marketing perfecto para el lanzamiento de sus carreras en el boxeo de paga.

Alí, considerado entre los más grandes púgiles de todos los tiempos, se coronó en la categoría de semipesados (81 k) bajo el nombre de Cassius Clay, en los Olímpicos de Roma-1960.
Aquel chico fanfarrón y que parecía flotar sobre el ring, ganó facil su corona tras vencer ganar su primer combate por nocáut y ganar los otros cuatro por 5-0, en la época en que las peleas amateurs la decidían cinco jueces.

Pero Alí no era un inexperto cuando llegó a Roma, aunque nadie le consideraba entre los favoritos. En su país, ya había ganado seis torneos Guantes de Oro y el título nacional. En su carrera como aficionado, tuvo récord de 100 victorias y cinco derrotas.

En el profesionalismo, fue el primer pugil en ganar tres campeonatos mundiales lineales, y sostuvo épicas batallas con otros dos ex campeones olímpicos como sus compatriotas Joe Frazier y George Foreman.

Sugar Ray Leonard es considerado otro ícono del boxeo americano. Después de fracasar en las eliminatorias para los Juegos Olímpicos de Munich 1972, se preparó con esmero y ganó el oro de los pesos welter ligero en Montreal 1976, tras vencer en la final al cubano Andrés Aldama.

A su regreso a Estados Unidos no le esperaba ningún contrato profesional, pese a su gran popularidad entre los aficionados estadounidenses.

Con el legendario entrenador Angelo Dundee en su esquina, hizo su primera pelea por 40.000 dólares, un récord para aquella época. Después, fue el primer boxeador en ganar más de 100 millones en su carrera, producto de sus cinco títulos mundiales e igual número de divisiones.

Leonard formó parte del que se considera el mejor equipo olímpico de Estados Unidos en todos los tiempos, y que conquistó en Montreal cinco medallas de oro, una de plata y otra de bronce.

Los coronados estadounidenses fueron los hermanos Leon (81 kilos) y Michael Spinks (75 k), Howard Davis, Jr. (60 k) y Leo Randolph (51 k), mientras Charles Mooney fue plata en los 54 k y John Tate en los pesados.

Todos ellos pasaron después al profesionalisamo con bastante buena fortuna, sobresaliendo el desdentado Leon Spinks, quien con sólo ocho peleas profesionales le arrebató el título mundial a Alí en 1978, en lo que se considera una de las grandes sorpresas del boxeo.

Oscar de la Hoya, además de su calidad probada, ha sido el boxeador más mediático de todos los tiempos, y el hombre que abrió las puertas a las peleas millonarias en las divisiones inferiores a los pesos completos.

Llamado el Golden Boy (Niño de Oro) no sólo por ser el boxeador mejor pagado en la historia del pugilismo, sino por su carisma y su foja de 10 títulos en 6 diferentes divisiones, De la Hoya utilizó su medalla de oro en la división de los 60 kilos (ligeros) de Barcelona 1992 como carta de presentación para ingresar al profesionalismo, de la mano del promotor Bob Arum.

En un arranque de agradecimiento, De la Hoya le regaló a Arum su medalla olímpica, la cual recuperó tras el rompimiento con el promotor, pero luego de un prolongado juicio.

La lista de los púgiles que luego de saborear las mieles olímpicas se coronaron en el profesionalismo incluye además a los estadounidenses Joe Frazier, Floyd Pattersson, George Foreman, Pernell Whitaker, el italiano Nino Benvenuti, el argentino Pascual Pérez, el ucraniano Wladimir Klitschko, el inglés Lennox Lewis, el francés Brahim Asloum y los cubanos Joel Casamayor, Yuriorquis Gamboa y Guillermo Rigondeaux, entre otros.

Hubo varios que no pudieron escalar a lo más alto del podio olímpico y después brillaron en las filas de paga.

Es el caso de los estadounidenses Evander Holyfield, bronce en los semipesados de Atlanta 1996, y Roy Jones, que sufrió el mayor despojo en el boxeo olímpico cuando los jueces le arrebataron el triunfo en la final de los 71 kilos de Seúl 1988.

El caso más curioso es el de un estadounidense que bajo el nombre de Floyd Joy Sinclair ganó medalla de bronce en Atlanta 1996 en los pesos pluma, y hoy está considerado como uno de los mejores boxeadores libra por libra de todos los tiempos.

Con cinco campeonatos mundiales en igual número de categorías en su currículum, el hoy conocido como Floyd 'Money' Mayweather es la gallina de oro del boxeo profesional en estos momentos.

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